TÉCNICAS DE LECTURA
El subrayado como técnica de lectura
Ya sea con birome, lápiz o resaltador, el ir subrayando palabras claves nos ayuda a organizar nuestra lectura y a recuperar conceptos importantes con un golpe de vista. Sin embargo, si el texto que debes estudiar es muy largo, una buena idea es ir resaltando frases completas, ideas centrales que nos permitan captar el significado fundamental cuando volvamos a leer el texto. La segunda vez, guiándonos por nuestros subrayados, podremos saltar los ejemplos y las digresiones, y ahorrar tiempo.
La lectura en voz alta
Hay personas que tienen una mayor capacidad de memoria visual, otras que recuerdan mejor por su memoria auditiva. Al recordar la definición de un concepto, ¿qué te resulta más fácil? ¿Imaginar el lugar de la página en donde estaba explicado (arriba, a la derecha de una página impar)? ¿O recordar la voz del profesor cuando lo explicó en clase?
Sea como sea, la lectura en voz alta te servirá para trabajar con tus dos memorias, tanto la auditiva como la visual, y favorecer una pronta incorporación y recuperación de contenidos.
Leer y reformular
Otra buena manera de leer por segunda vez un texto, es la de obligarse a reformularlo (relatar con las propias palabras lo que se leyó). Se puede avanzar un párrafo por vez, una sección o un capítulo, dependiendo de la complejidad del texto y de tu dificultad para comprenderlo. De cualquier manera, el forzarte a reformular lo que lees te sirve para no hacer una mera lectura repetitiva, sino por el contrario, garantizar tu comprensión. Ésta es una buena técnica para estudiar en grupo o en parejas: uno lee y el otro debe prestar atención y explicar lo que se leyó.



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